Los inicios de la educación a distancia
Se calcula que 1.200 millones de niños tuvieron que formarse en remoto durante el confinamiento provocado por el COVID. Para los más jóvenes la formación online no fue una opción, fue la única manera que tenían de aprender.
Este momento histórico provocó que la educación online entrase en una fase de expansión. No sólo en número de usuarios, sino también en las soluciones que se le dan al mismo problema: la difusión del conocimiento. Soluciones con enfoques que varían enormemente: desde aplicaciones para el móvil como Duolingo con un fuerte componente de gamificación, a las sesudas lecciones en vídeo sobre mecánica cuántica de la Universidad de Stanford o los encuentros online donde los profesores interaccionan con sus alumnos en tiempo real.
Tenemos diferentes formas de adquirir todo tipo de conocimientos. Y todo accesible desde la palma de la mano. Esta ubicuidad ha provocado que la formación online se haya convertido en una constante en nuestras vidas. Una de esas cosas tan presentes que ya la damos por sentado, sin plantearnos su origen o su funcionamiento. Como los interruptores de la luz o algo tan complejo como nuestro lenguaje.
Pero, ¿cómo era la educación a distancia antes de Internet? ¿Cuál fue su origen?
En 1728 aún no existía ningún método para grabar conferencias, charlas, discursos, etc. por lo que fue una época de apogeo de la escritura taquigráfica. Ésta consiste en un sistema de abreviaturas y trazos breves que permiten escribir a la velocidad a la que habla una persona.
Ejemplo de escritura taquigráfica
Caleb Philips, un experto en esta técnica, lanza un curso a distancia para aprender taquigrafía. Consistía en enviar lecciones de forma semanal a través del correo. Para promocionarlo, publica un anuncio en el Boston Gazette, en el que se podía leer lo siguiente:
"... any person in this country, desirous to learn this Art, may, by having several lessons sent weekly to them, be perfectly instructed, as those who live in Boston."
Y así, con unas pocas palabras quedó documentado el inicio de la historia de la educación a distancia.
Casi 100 años más tarde sucedió algo fundamental para que se produjera un nuevo intento de enseñanza por correo: Reino Unido estandarizó los precios de sus sellos. De esta forma se erradicó la corrupción y los costes abusivos por parte de Royal Mail, el servicio postal inglés.
Sir Isaac Pitman
Esto facilitó al británico Sir Isaac Pitman recoger el testigo de Philipps, curiosamente con un curso de la misma temática: enseñanza de taquigrafía. Sólo que Pitman incluyó un elemento fundamental en su formación: la interacción con los alumnos. Su sistema consistía en enviar postales a sus alumnos, que contenía un texto con su transcripción taquigráfica. A su vez, los alumnos de su curso le respondían con sus propios textos y transcripciones que el profesor corregía. Pitman tenía una clara vocación como formador y su éxito fue tal que llegó a vender un millón de libros sobre su método taquigráfico. Llegaría a fundar una editorial especializada en temas educativos con oficinas en ciudades como Londres, Nueva York, Melbourne, Johannesburgo o Tokyo.
Pocos años más tarde, en 1858, la Universidad de Londres inauguró su "External Programme" que permitía hacer sus carreras a alumnos, ya no sólo de fuera de la ciudad, sino del Reino Unido. Esto hizo que la educación a distancia ganara popularidad, convirtiéndose en un fenómeno mundial.
