Formación online II: espacio percibido y compartido

“Cuando entro a Tramontana siento que dejo todo atrás: las procupaciones, las tareas pendientes del trabajo, los asuntos personales y que me esperan unas horas de entregarme al conocimiento. Eso no me pasa en otros lugares.”

Nos lo decía un antiguo alumno de un programa directivo, refiríendose a las salas del Instituto Tramontana y al efecto que el espacio tenía en él.

En el artículo anterior hablamos de la percepción de presencia como un requisito esencial para la formación online. Saber, sentir, percibir que estás donde los demás y para lo mismo que los demás, mental y físicamente, lo que popularmente llamamos “en cuerpo y alma”. Hablemos hoy de lo segundo, lo físico, el lugar.

La psicología ambiental nos explica cómo las diferentes cualidades de un entorno físico condicionan y propician ciertos comportamientos. Techos altos, luz natural, silencio… Lo habrás escuchado cientos de veces. Pero hay más: la teoría del condicionamiento operante explica que somos más proclives a realizar una actividad cuando se dan unas circunstancias asociadas. En otras palabras:

Que la formación ocurra siempre en un mismo lugar, físico o virtual, es clave para lograr el estado mental propicio en los alumnos. Esta es la primera condición.

¿Recuerdas tu clase de parvulario, o de tus primeros años de colegio? ¿Te aucerdas del instituto o la universidad? Algunos de esos lugares empezaban el curso limpios e iban llenándose de murales y dibujos a medida que avanzaba el curso y las hacíamos nuestras. Otras eran lugares de paso, asociados a una asignatura, por las que pasábamos varias veces por semana. Seguro que en ambas te sentabas siempre en el mismo sitio y que recuerdas dónde se sentaban los demás. Esto puede parecerte anecdótico, pero no lo es en absoluto: un espacio físico lo es porque ubicamos referencias en él: compañeros, cosas, ventanas…

Para que un entorno sea realmente un espacio hace falta que tenga 'cardinalidad', que exista un arriba y un abajo, un lado y otro, referencias visuales en puntos concretos: una pizarra, una mesa o un lugar para el docente. Esa es la segunda condición.

Esto puede parecer obvio en la formación tradicional, pero se ha descuidado mucho en la formación online: Zoom o Google Meet dificultan mucho la percepción de espacio cuando todo en la pantalla cambia constantemente, cuando no hay una posición fija para quien habla o quien escucha.

Seguir donde está cada persona y quién habla en cada momento consume una atención que debería entregarse a la reflexión. Cuando todo ocupa un lugar constante en el espacio, nuestra atención no está en ello, sino en lo que se habla.

En otras palabras, sólo podemos abstraernos de lo físico para entregarnos al aprendizaje cuando lo físico está tranquilo y estable.

En Vidiv llevamos observando esto desde el inicio: ver a todas las personas que están en clase a la vez, tener claro quién es el profesor o profesora (por su tamaño en la arena) y que esa disposición sea constante. Quizás esa sea la característica, inconsciente, que lo hace más adecuado para formación y la que valora Jupol, Nocodehackers o Tutellus para su formación, además de las sesiones presenciales de Design Graduate o los eventos Periferias del Instituto Tramontana.


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Formación online I: presencia

Formación online III: participación

Formación online IV: contenidos

Formación online V: de impartir a narrativa


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